domingo, 5 de abril de 2009

Los sentimientos hay que vivirlos

Hace ya algún tiempo, que traté de convencerme de que si en algún momento en el camino de nuestra adopción lo estábamos pasando francamente mal, era porque en un día cualquiera de nuestras vidas, decidimos que queríamos formar parte de esta gran aventura de ser padres adoptivos, padres simplemente ni mejores ni peores que los demás, simplemente padres.

Lo que jamás me hubiera imaginado es lo que sería capaz de aportarme esta aventura a mi vida, a mi persona, a mi familia a mis sentimientos y a mi conciencia.

LLegó el día en el que me convertí en madre, sentí el placer de poder abrazar a mi pequeña, sentí que al final mi gran sueño se había cumplido, después de muchas, muchas contracciones del alma y en esos momentos se mezclaron sentimientos de todo tipo, alegría por nosotros y los nuestros, por nuestros compañeros y amigos que estaban a nuestro lado viviendo su momento con nosotros y tristeza por ver las lágrimas de la separación que se sabía inevitable.

Lo que si es cierto como alguien ha dicho por aquí, es que los vínculos son tan fuertes que no te puedes deshacer de ellos como si la experiencia no hubiera pasado por ti. Si creo que cada cuál vive este cúmulo de sensaciones de una forma distinta, y que no todo el mundo tiene porque sentir igual que nosotros y ni lo uno es lo bueno ni lo otro es lo peor, son simplemente distintas maneras de enfocar tus sentimientos.

Lo que me sale desde dentro, es que no puedo mirar a otro lado. En esa foto que ha puesto Gabriel, hay niñas que el día de la despedida tenían a Sweyta en sus brazos, la daban arrumacos y la acariciaban el pelo. Todos al unísono y con voz alegre gritaban "SWEYTA" "RAJAN", como tratando de decirlos desde su corto entendimiento que tuvieran SUERTE, suerte en su nueva vida, esa vida que para muchos de ellos no ha sido alcanzable, y no paro de preguntarme que será de ellos, son personitas capaces de arrancar de lo más hondo de tu corazón el mayor de los sentimientos EL AMOR, y en contra de lo que muchos crean no hay lástima en mis palabras, solo hay gratitud, porque gracias a ellos, a sus caras y a sus sonrisas a pesar de no tener cinco coches, veinte muñecas y no se cuantas cosas más, me han enseñado a ser más HUMANA, a pensar que mi hija debe de crecer siendo consciente de la realidad que existe a nuestro alrededor, a saber que significa tener ¿la suerte? de nacer y vivir en un mal llamado primer mundo, y me pregunto si es suerte, porque a veces creo que la felicidad con la que viven en nuestro querido Nepal, no la tenemos nosotros aquí.

Y nos preguntamos como llegar a fin de mes...? Es curioso la pregunta en el Child a día de hoy será ¿como vivimos hoy?, y todas esas personitas probablemente ni sepan que dependen de la buena voluntad de otras personas, o a lo mejor también lo saben, tal vez con su corta edad sean mucho más maduras que cualquiera de todos nosotros en nuestro maravilloso pero hipócrita mundo occidental.

Solo quiero que sepáis que el prisma en el que hemos vivido los tres últimos años, nos ha traido la felicidad a casa, claro que si, pero si cabe hay algo todavía más importante y es que gracias al Child a Lokendra y a los compañeros de juegos de nuestra hija, hemos aprendido la lección más importante de la vida, la conciencia o se escucha o se aparta, pero una vez que se ha escuchado, no puedes desvincularte de ella, te hace un examen a diario para preguntarte si hoy has hecho todo lo posible por no mostrarte ajeno a lo que ocurre en el resto del mundo, y esto nos sale "gratis", pero nos aporta tanto...... nos aporta algo muy importante humildad, algo de lo que desgraciadamente hace mucha falta nuestras vidas.
Por todo esto, hoy tengo un nudo en el estómago, no puedo quitarme de la cabeza cuanto dinero habremos conseguido reunir, si será suficiente para que esas caras tan conocidas sigan teniendo una esperanza, sigan pudiendo ir al colegio, sigan pudiendo comer, y sigan pudiendo sobrevivir.
Mañana día seis saldremos de nuestra primera duda , sabremos si hemos sido capaces entre todos de mantener viva la esperanza de estos niños que son un poco hermanos de nuestros hijos.

YO TAMBIÉN PERTENEZCO A LA GRAN FAMILIA DEL CHILD, y como ha dicho Salva el orgullo me acompaña todos los días, al final, son parte de las raíces de mi hija, y por tanto lo son nuestras también.
Simplemente mereció la pena, pasar un mal rato en la despedida en el orfanato que nos encogió el corazón, pero después de haber sentido aquello, una parte de nosotros se quedó con todos estos pequeños, la ruleta de la vida, en un momento dado, hubiera podido decidir que la que estuviera en esta situación, en este momento y en ese lugar, fuera nuestra hija.


Miles de gracias....... no puedo transmitiros lo que agradeceremos que en el Child puedan seguir adelante.

4 comentarios:

Gabriel dijo...

Ya sabes Rosa, que no soy de muchas palabras. Me has dejado mudo. Mil gracias por expresar tan bien lo que sentimos.

Gabriela dijo...

Gracias Rosa; yo te entiendo, porque he pasado, hemos pasado algo de todo ese "sinvivir" vuestro,junto a gabriel y a Amaia. Ahora aunque bién pareciera que todo es
camino de rosas... No lo será plenamente, mientras el Chlid Bright, no tenga pán y vestido asegurado para sus niños; en parte también "nuestros" aunque debieramos decir... de todos.

Un abrazo y la esperanza es lo último que hay que perder.

Gabriela

Salva dijo...

Rosa, echaba de menos tu aportación al blog. En estos últimos años en los que hemos compartido el camino que nos une a Nepal has mostrado siempre la capacidad de traducir en palabras sensaciones y sentimientos que hemos tenido la suerte de compartir y que nacen muy de dentro. También por vuestra amistad tenemos que darle gracias a Nepal.
Un abrazo
Salva

rosa dijo...

Que razón tienes Salva, claro que también debemos nuestros buenos y malos momentos juntos, es decir "nuestra amistad", lo cierto es que nunca terminaria de agradecer todo lo que me ha aportado ese pequeño orfanato. ¿Como hubiera sido todo esto sin todos vosotros .....?, es algo que prefiero ni preguntarme.

Un abrazo y ya nos hablaremos.